Esta iniciativa mejora la calidad de vida tanto de los residentes como de los turistas. Escribe la Lic. Mónica Hunko.
|
|
|
|
|
(09/08/12)
Los cambios de paradigma constituyen procesos que comienzan lentamente a perfilarse en algunos aspectos de la sociedad. Durante ese tiempo se transita por diferentes estadios que van desde la sorpresa, desconfianza, escepticismo y resistencia, hasta que los conceptos de la nueva visión logran ser aceptados e incorporados a la realidad.
En la actividad turÃstica ocurre lo mismo porque además en ella se reflejan estos procesos sociales, culturales y económicos y a su vez se nutre de ellos.
La incorporación de la dimensión ecológica a la actividad turÃstica es un proceso que ya se viene perfilando desde hace alrededor de veinticinco años. En un principio la OMT fue estableciendo directrices generales y paulatinamente fue corporizándose en la preservación de los atractivos, nuevas modalidad de viajes y en algunas medidas de planificación.
Ahora llega el tiempo de sumar a los servicios turÃsticos y a la concepción de los destinos en su totalidad con acciones más concretas.
Los alojamientos turÃsticos son ámbitos ideales para comenzar a generar esos cambios brindando a sus huéspedes la posibilidad de experimentar con las nuevas propuestas tecnológicas e interiorizarse acerca de métodos, procedimientos y equipamientos más sustentables desde el punta de vista ecológico.
Es importante que desde lo institucional se acompañe con medidas de incentivo y se de el ejemplo de manera que esa experiencia vaya ampliándose a otros servicios hasta abarcar al destino en su conjunto.
Como en todo proceso de cambios radicales surgen mitos y prejuicios referidos a sus consecuencias. En el caso de la aplicación de medidas ecológicas también existen mitos y preconceptos. Uno de ellos es que resulta costoso y el otro que lleva implÃcito resignar confort.
En lo que se refiere a los costos, si se mide a corto plazo, hay materiales e infraestructura que en su mayorÃa son importados y en la actualidad tienen un costo mayor que los materiales comunes. El punto es que, justamente cuando determinados materiales y equipamientos se popularizan, el aumento de la demanda hace que se abaraten, surjan nuevas marcas más económicas y -algo muy importante-, comiencen a ser fabricados en el paÃs como ya se está perfilando en varios insumos para la construcción y el hogar. De todos modos hay medidas, métodos y procesos que no implican costos diferentes sino que pasa por una cuestión de diseño.
En cuanto a resignar el confort, existe la imagen en el inconciente colectivo de que algo ecológico es algo rústico, con pocos servicios y no necesariamente es asÃ. Cada vez son más las propuestas ecológicas que se ofrecen para mantener las mismas comodidades que nos brinda la sociedad moderna y mejorar nuestra calidad de vida.
Ahora bien, cuáles son los beneficios que genera el incorporar la dimensión ambiental al ámbito turÃstico. A modo enunciativo, sin pretender abarcar todos los aspectos, podemos destacar los siguientes:
Si partimos de la base que el Medio Ambiente es uno solo y donde se desarrolla la actividad turÃstica es en el mismo ámbito donde vivimos nosotros, al aplicar medidas medioambientales en los servicios turÃsticos, base de nuestra economÃa, estamos cuidando el propio ambiente. Esto pareciera obvio, pero vale la pena remarcarlo porque tiene que ser el objetivo primordial.
El comenzar aplicándolos en emprendimientos comerciales y en el ámbito público que tienen la posibilidad de invertir, se produce un efecto catalizador que lleva con el tiempo a que se incorporen a la construcción particular.
La concepción sustentable de los establecimientos ecológicos, si bien implica una inversión, puede ser aprovechada en la generación de la imagen empresarial y como estrategia de marketing y comercialización. Por otra parte redunda en el mediano y largo plazo en la disminución de costos.
Desde el punto de vista del posicionamiento general del Destino, se suma a los atributos positivos que nos permiten diferenciarnos. A su vez, este posicionamiento nos da la posibilidad de actuar de vidriera para “experiencias piloto” y lograr acuerdos ventajosos con empresas interesadas en promocionar nuevas tecnologÃas a través de los cuales podamos adquirirlas a bajos costos o en forma gratuita a cambio de dicha promoción.
Por último, en lo que se refiere a la generación de nuevos productos, los servicios turÃsticos ecológicos y los espacios públicos donde se puedan observar la aplicación de estas propuestas sustentables, pueden transformarse en un producto turÃstico en si mismo.
A modo de reflexión final, es importante considerar que la incorporación de esta u otras tendencias que vayan surgiendo en la actividad, no deben hacerse solo como una mera estrategia marketing; sino que deben sumarse desde el convencimiento que es una mejora para la calidad de vida tanto de los residentes como de los turistas.
Mónica Hunko
Los cambios de paradigma constituyen procesos que comienzan lentamente a perfilarse en algunos aspectos de la sociedad. Durante ese tiempo se transita por diferentes estadios que van desde la sorpresa, desconfianza, escepticismo y resistencia, hasta que los conceptos de la nueva visión logran ser aceptados e incorporados a la realidad.
En la actividad turÃstica ocurre lo mismo porque además en ella se reflejan estos procesos sociales, culturales y económicos y a su vez se nutre de ellos.
La incorporación de la dimensión ecológica a la actividad turÃstica es un proceso que ya se viene perfilando desde hace alrededor de veinticinco años. En un principio la OMT fue estableciendo directrices generales y paulatinamente fue corporizándose en la preservación de los atractivos, nuevas modalidad de viajes y en algunas medidas de planificación.
Ahora llega el tiempo de sumar a los servicios turÃsticos y a la concepción de los destinos en su totalidad con acciones más concretas.
Los alojamientos turÃsticos son ámbitos ideales para comenzar a generar esos cambios brindando a sus huéspedes la posibilidad de experimentar con las nuevas propuestas tecnológicas e interiorizarse acerca de métodos, procedimientos y equipamientos más sustentables desde el punta de vista ecológico.
Es importante que desde lo institucional se acompañe con medidas de incentivo y se de el ejemplo de manera que esa experiencia vaya ampliándose a otros servicios hasta abarcar al destino en su conjunto.
Como en todo proceso de cambios radicales surgen mitos y prejuicios referidos a sus consecuencias. En el caso de la aplicación de medidas ecológicas también existen mitos y preconceptos. Uno de ellos es que resulta costoso y el otro que lleva implÃcito resignar confort.
En lo que se refiere a los costos, si se mide a corto plazo, hay materiales e infraestructura que en su mayorÃa son importados y en la actualidad tienen un costo mayor que los materiales comunes. El punto es que, justamente cuando determinados materiales y equipamientos se popularizan, el aumento de la demanda hace que se abaraten, surjan nuevas marcas más económicas y -algo muy importante-, comiencen a ser fabricados en el paÃs como ya se está perfilando en varios insumos para la construcción y el hogar. De todos modos hay medidas, métodos y procesos que no implican costos diferentes sino que pasa por una cuestión de diseño.
En cuanto a resignar el confort, existe la imagen en el inconciente colectivo de que algo ecológico es algo rústico, con pocos servicios y no necesariamente es asÃ. Cada vez son más las propuestas ecológicas que se ofrecen para mantener las mismas comodidades que nos brinda la sociedad moderna y mejorar nuestra calidad de vida.
Ahora bien, cuáles son los beneficios que genera el incorporar la dimensión ambiental al ámbito turÃstico. A modo enunciativo, sin pretender abarcar todos los aspectos, podemos destacar los siguientes:
Si partimos de la base que el Medio Ambiente es uno solo y donde se desarrolla la actividad turÃstica es en el mismo ámbito donde vivimos nosotros, al aplicar medidas medioambientales en los servicios turÃsticos, base de nuestra economÃa, estamos cuidando el propio ambiente. Esto pareciera obvio, pero vale la pena remarcarlo porque tiene que ser el objetivo primordial.
El comenzar aplicándolos en emprendimientos comerciales y en el ámbito público que tienen la posibilidad de invertir, se produce un efecto catalizador que lleva con el tiempo a que se incorporen a la construcción particular.
La concepción sustentable de los establecimientos ecológicos, si bien implica una inversión, puede ser aprovechada en la generación de la imagen empresarial y como estrategia de marketing y comercialización. Por otra parte redunda en el mediano y largo plazo en la disminución de costos.
Desde el punto de vista del posicionamiento general del Destino, se suma a los atributos positivos que nos permiten diferenciarnos. A su vez, este posicionamiento nos da la posibilidad de actuar de vidriera para “experiencias piloto” y lograr acuerdos ventajosos con empresas interesadas en promocionar nuevas tecnologÃas a través de los cuales podamos adquirirlas a bajos costos o en forma gratuita a cambio de dicha promoción.
Por último, en lo que se refiere a la generación de nuevos productos, los servicios turÃsticos ecológicos y los espacios públicos donde se puedan observar la aplicación de estas propuestas sustentables, pueden transformarse en un producto turÃstico en si mismo.
A modo de reflexión final, es importante considerar que la incorporación de esta u otras tendencias que vayan surgiendo en la actividad, no deben hacerse solo como una mera estrategia marketing; sino que deben sumarse desde el convencimiento que es una mejora para la calidad de vida tanto de los residentes como de los turistas.
Mónica Hunko
Nota Publicada en: www.laangosturadigital.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Participá con tus comentarios acerca del blog o de tu experiencia en hoteles ecológicos